Cristal de azúcar en el cine: el origen del breakaway glass
Mucho antes de que existieran materiales sintéticos especializados, los equipos de efectos especiales recurrían al azúcar como alternativa segura al vidrio real. Esta técnica, que se remonta a las primeras décadas del siglo XX —especialmente a partir de los años 30 y 40—, consistía en cocinar una mezcla de sacarosa, glucosa y agua para crear paneles que se rompían fácilmente sin provocar cortes ni lesiones a los actores.
Este llamado “cristal de azúcar” fue una solución ingeniosa en su época, y marcó un antes y un después en la historia del cine. Sin embargo, presentaba limitaciones importantes: su aspecto tendía a volverse opaco y ligeramente amarronado, dificultando conseguir un acabado realmente transparente. Además, su fragilidad frente a la humedad o el calor hacía que fuera complicado almacenarlo o transportarlo sin deterioros.
Con el paso del tiempo, especialmente a partir de los años 80 y 90, el cristal de azúcar fue reemplazado progresivamente por resinas profesionales más resistentes, seguras y con un acabado visual mucho más realista. Así nació el cristal falso moderno, también conocido como breakaway glass, el cual ha transformado por completo la forma en que se crean escenas de impacto y acción en cine, televisión y teatro.
En Cristal Falso Campillo, llevamos años perfeccionando esta técnica. Utilizamos resinas de alta calidad desarrolladas específicamente para simular el vidrio con fidelidad y máxima seguridad. Nuestra experiencia nos ha convertido en proveedores de confianza para algunas de las productoras y plataformas más reconocidas de Europa. Si necesitas simular roturas de forma profesional, estamos aquí para ayudarte.